FRAGMENTO SARCÓFAGO

Las piedras labradas de estos sepulcros guardan estampas con hermosos motivos vegetales como si fueran mascarones de proa rumbo al más allá. También se representan imágenes o escenas que hacen referencia a la nueva religión dándo así testimonio de la propagación del cristianismo en el suroeste de la Galia.

Los signos más o menos crípticos que aparecen no dejan de mostrar una preocupación de los cristianos de las primeras etapas que buscaban dotarse de un lenguaje para comunicarse, identificarse o evocar su ideario y sus devociones.

La necropólis situada en el sótano del museo de Saint-Raymond de Toulouse custodia una breve pero espléndida colección de sarcófagos cristianos de los siglos IV y V de nuestra era.

Se denotan modelos romanos en éstas tumbas que sólo podían permitirse los más ricos. Y las más numerosas y alejadas de éstas influencias, con decoración estilizada vegetal, cuyo relieve está muy poco marcado, con patrones abstractos y geométricos en forma de galones o rollos de vid que pueden encerrar el monograma de cristo como en la pieza que nos ocupa. Una decoración que crea la última morada y cuyos relieves resplandecen de arte y vida, comparados con la banal estandarización de hoy en día.